La Monumental Computadora ENIAC hace ya casi 70 años...
Eran los años de la Segunda Guerra Mundial. En los más altos mandos del ejército de los Estados Unidos, una carpeta celosamente resguardada contenía información clasificada como de alta seguridad: El Proyecto PX. Y de ser un mero planteamiento escrito, pronto, la Universidad de Pennsylvania alojaría en su Escuela de Ingeniería Eléctrica lo que se conoció como la Computadora ENIAC. Este hecho es históricamente muy importante y simbólico, dado que constituye uno de los cimientos más sólidos donde descansa la moderna industria de la computación.
Más que cualquier otra máquina de la época, la ENIAC demostró su alta velocidad de procesamiento utilizando la más alta tecnología de punta: los tubos de vacío o bulbos. Se le bautizó como ENIAC por sus siglas en inglés: "Electronic Numerical Integrator and Computer".
Podemos decir que la ENIAC fue obra de dos importantes eruditos de la época: John W.Mauchly y Presper Eckert, el primero creador de la configuración original del aparato y el segundo con el talento y la ingeniería necesarios para construir la ENIAC.
La ENIAC la concibió su diseñador para desarrollarse como una calculadora numérica de fines generales, especialmente aplicarse en meteorología y cálculos estadísticos. Sin embargo, en los planes de los militares estaban otros objetivos. Evaluaron la utilidad de la máquina en aplicaciones de balística y por ello el Departamento de Artillería de E.U. financió el Proyecto PX, que dio nacimiento a la ENIAC. El presupuesto asignado para tal fin fue de $500,000 dólares.
La ENIAC estaba dividida en 30 unidades autónomas, 20 de las cuales fueron llamadas "acumuladores". Cada acumulador era esencialmente una máquina sumadora de 10 dígitos de alta velocidad que tenía la posibilidad de salvar los resultados de sus cálculos.
La ENIAC era controlada por un panel de control de pulsos. Cada unidad de la computadora era capaz de publicar un pulso de control que iniciaría el cómputo en una o más de las otras unidades. Esto era el equivalente de un programa de computadora, solo que se realizaba manualmente atando alambres con alambres las diversas unidades de la máquina de modo que realizaran las funciones requeridas en la secuencia deseada. Este procedimiento se muestra en la siguiente fotografía. Llama la atención que sean dos damas quienes se encargan del proceso. Tal vez por su mente minuciosa.
Un programa típico sobre el ENIAC consistía en asignar jerarquías a los alambres que interconectaban las varias unidades de la máquina. Se emplearon bandejas especiales de cableado para facilitar la tarea, pero aún así la programación de la ENIAC era un asunto difícil.
En la siguiente imagen se muestran las unidades de entrada y salida de la ENIAC, en 1946. La pantalla del osciloscopio muestra las señales eléctricas transmitidas a todas las unidades de la ENIAC.
La ENIAC era el aparato electrónico más grande del mundo jamás construido por el hombre. Su construcción requirió de 17,468 bulbos. Tenía la capacidad de realizar 5,000 sumas o restas y 300 multiplicaciones por segundo. Aunque suene impresionante es demasiado lento para los estándares de hoy, ya que los microprocesadores actuales realizan 100 millones de sumas o restas por segundo, pero para su tiempo la ENIAC era de 100 a 1,000 veces más rápida que las calculadoras mecánicas existentes. Además la velocidad de la ENIAC demostró que el computo electrónico se podría aplicar a algunos de los requerimientos fundamentales de quienes la financiaron: el desarrollo de la bomba de hidrógeno. Esta prioridad de seguridad nacional fue un factor determinante para el nacimiento y desarrollo de lo que conocemos hoy como la industria de cómputo moderna.
La existencia de la ENIAC fue hecha pública el 14 de febrero de 1946, día de San Valentín, fecha celebrada en muchas partes del mundo como el día del amor y la amistad. En la foto una unidad de acumulador, pieza tatarabuela de la tecnología plug-in.
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